Recordemos la vida de Monseñor Víctor Manuel López Forero, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Bucaramanga

Monseñor Víctor Manuel López Forero nació en Puente Nacional (Santander), el 29 de marzo de 1931.

Cursó los estudios de bachillerato, Filosofía y Teología en el Seminario de Bogotá. En la Universidad Javeriana consiguió la Licencia en Derecho Canónico.

Fue ordenado sacerdote el 27 de octubre de 1957 y ejerció su ministerio en la Arquidiócesis de Bogotá desempeñándose en los siguientes cargos: Vicario Cooperador de Junín (Cundinamarca), Director Espiritual del Seminario Menor, Capellán Regional del SENA de Cundinamarca, Notario y Promotor de Justicia del Tribunal Eclesiástico, Párroco de Soacha y del Perpetuo Socorro en el Barrio Olaya, Rector de Colegios Parroquiales Arquidiocesanos, Formador en el Seminario Mayor y Vicario Episcopal del Sur.

El 6 de mayo de 1977 fue nombrado por Su Santidad Pablo VI Obispo Titular de Cilibia con el oficio de Auxiliar de Bogotá. Recibió la ordenación episcopal el 29 de junio del mismo año.

Fue designado como Obispo de Socorro y San Gil el 6 de diciembre de 1980, cargo que ocupó hasta el 7 de junio de 1985 cuando fue nombrado como Ordinario Militar para Colombia.

El 21de junio de 1994 Su Santidad Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Nueva Pamplona.

El 27 de junio de 1998 Su Santidad Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Bucaramanga.

El 2 de mayo de 2009 pasó a ser Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de Bucaramanga.

Representaciones que ha llevado: A nivel nacional es Representante del SENA y Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social; habiéndose desempeñado en años anteriores como Presidente de la Comisión Episcopal para la Catequesis. A nivel de Iglesia Universal, ha participado en la Comisión de Catequesis y Educación del CELAM y miembro de la Oficina Central de Coordinación Pastoral de los Ordinariatos Militares.

El 13 de febrero de 2009 fue aceptada su renuncia al cargo episcopal y desde ese momento residió en la Casa San José.

Allí vivió hasta el pasado 23 de septiembre de 2023, día en el que fue llamado a la presencia de Dios Padre.

El rito de sepultura se realizó el 25 de septiembre de 2023, en la Catedral Metropolitana de la Sagrada Familia, la ceremonia fue presidida por Monseñor Ismael Rueda Sierra y concelebrada con el clero nuestra iglesia particular, obispos y sacerdotes de diferentes diócesis.

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